Esta semana el Times echaba humo para reventar nuestra generación... Si se considera que 1980 es la generación del milenio. Como nací en Noviembre, me voy a permitir la licencia de decir que sí, soy de la Generación del Milenio, aunque bien podría encuadrarme en la Generación X. Sería un buen título de un blog, entre la X y la Y.
La Generación del Milenio somos perezosos, narcisistas por derecho y todavía vivimos con nuestros padres (ja). Pero los salvaremos a todos. Bueno, yo no tengo ganas de salvar a nadie, la verdad, debe ser que sí que soy vaga.
Por lo visto, la incidencia del trastorno narcisista de la personalidad en la gente de veinte años es tres veces mayor que en la gente de 65 años cuando tenían nuestra edad. En parte, porque en los 70 se nos quería inculcar autoestima para que consiguiéramos buenos trabajos, para que fuésemos ambiciosos. Pero la autoestima es un resultado, no una causa, y lo que se nos incentivó fue el narcisismo. Ahora resulta que toda esa ambición es buena para conseguir buenos trabajos, pero no para mantenerlos. Y cuando el mundo no se ajusta a nuestras expectaciones, nos frustramos, entramos en crisis.
Esto es quizás cierto. La educación se basa en la "no frustración del niño", yo creo que debería encaminarse paulatinamente más a "cómo superar las frustraciones y sentirte orgulloso de tu esfuerzo", reforzando la autoestima al mismo tiempo que se aprende a manejar esta clase de situaciones que como adultos siempre vamos a tener que enfrentarnos.
El artículo ataca por supuesto a las nuevas tecnologías además de la educación. Que nos hacen idiotas, como siempre. Eso no está refrendado con estadísticas, así que yo le haría poco caso. Primero fue el tren que nos volvería locos por la velocidad, luego la tele, la cámara de vídeo, hoy el móvil. Tonterías, el ser humano se adapta, aunque sea cierto que cuando los primeros humanos se montaron en un tren vomitaron.
Sigue el artículo que en realidad no somos más que niños ricos, sólo que ahora somos muchos más niños ricos que antes, vivimos en un mundo de superabundancia. Puede que en eso esté más de acuerdo. Supeditar el narcisismo a los "Me gusta" de Facebook es satanizar las nuevas tecnologías (demasiado ordinario en todas las generaciones). Se nos dan muchas más opciones, y como tenemos una vida más larga, posponemos las decisiones más.
Somos muy optimistas y aceptamos las subculturas. No hay contracultura, no hay rebelión, porque no hay pensamiento único. (Esto puede que sea válido en UK, los movimientos indignados creo yo que indican otra cosa, aunque claro, creer que el 15M va a tener éxito, tal vez sí sea muy optimista comparado con generaciones anteriores). Pensamos antes de actuar, y pensamos mucho, e innovamos en mejores formas de hacerlo. No nos identificamos con las instituciones pero no nos rebelamos... Insisto que esto no parece demasiado cierto en España, pero el artículo dice que es por eso que "Occupy Wall Street" nunca tuvo posibilidades de éxito. Informados e inactivos (ahí sí que me parezco bastante), nos gustan las nuevas experiencias. Y tenemos menos deudas, aunque aumentan las deudas universitarias pedimos menos créditos. Ahí también me ha dado.
El artículo ha sido polémico, aquí dejo las reacciones principales:
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