miércoles, 10 de febrero de 2010

Islandia (3) El Triángulo de Oro

Lago azul


Al día siguiente nos levantamos par continuar nuestra singladura por la tierra de los volcanes. Lo primero fue ir a darnos un baño en el Lago Azul. Este lago es en realidad el residuo de una central térmica de la que sacan electricidad y agua caliente los islandeses. Porque en general, la gente no se ducha con agua caliente, sino con un agua que huele a azufre que sacan directamente caliente de las entrañas de la tierra.

En el lago azul puedes experimentar la difícilmente comparable experiencia de estar escalfado de nariz para abajo y estar helado el resto de tu cabeza. La lava negra frente al agua azul casi radiactiva es casi abrumador. También facilitan cierta arcilla hecha con silicatos que sacan del fondo y que dicen que es bueno para el cutis. Hay toda una línea de belleza del lago azul, os invito a visitar http://www.bluelagoon.com/.

Hay también sauna y baño turco. Aunque este sitio es extremadamente turístico y encontrarás pocos islandeses, refleja una costumbre muy islandesa. En todo pueblo islandés hay una piscina climatizada (si no hay alguna fuente termal natural) donde a las ocho de la tarde puedes ir a calentarte después de todo un día de trabajo, o de viaje. Están abiertas hasta las 12 (de la noche), y suele ser muy agradable ver anochecer desde el agua caliente, aunque esté lloviendo fuera.

Pingvellir


Este valle es interesante desde el punto de visto histórico y pictórico. A través de él, atraviesa la falla atlántica, dividiendo Islandia entre Europa y América. Hermoso paraje para observar aves, que las hay a mil. Aquí era donde se reunía el parlamento originalmente, aunque ahora hay uno en Reykjavík. Su nombre significa la planicie del parlamento. En una de las sagas se cuenta que los Islandeses eran originalmente Noruegos, que se revelaron ante un muy injusto rey noruego, y huyeron a estas tierras vírgenes, tan vírgenes, que los pocos árboles que hay se los cargaron...

Geysir


Proviene del verbo islandés gjósa, "emanar".
El contacto del agua helada de la superficie y las rocas al rojo vivo calentadas por el magma provocan este efecto sorprendente. A diferencia de las fuentes termales los géyseres consiten en una pequeña abertura a la superficie que no permite la renovación del agua y que hace arriba el agua se enfríe sin permitir la renovación del agua, lo cual hace que presione al agua en la parte inferior, de manera que se supera su punto de ebullición (como en una olla esprés). Se forman burbujas que al salir violentamente por los estrechos conductos, arrastran agua, generando el efecto.


Gullfoss


Primera de las cataratas sorprendentes de la isla, y primera de las que tienen nombre, ya que la mayoría no lo tienen. Sin embargo, la "Catarata de Oro" es uno de los puntos importantes donde ir en este primer día de visitas... Y así lo incluyen todos los tours que operan en Reykjavik.
Por supuesto, tienes que hacer una caminata para llegar, pero casi se agradece por lo cansado que resulta el todoterreno. Estos primeros días casi no lo notas, claro. Por aquí, además, las carreteras no son excesivamente malas. Ya tendríamos tiempo de experimentarlas en la península de los Fiordos del Oeste.


Y hasta aquí, el primer día de viaje, visitando lo más turístico e importante de Islandia. Lo segundo más turístico es el Mytvan, el lago de las moscas, pero eso estaba al otro lado de la isla y todavía tardaríamos varias jornadas en llegar.

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