jueves, 27 de agosto de 2009

Islandia, un lugar para volver

Vuelvo entusiasmada de Islandia. Lugar de sagas, de elfos, de trolls, de gigantes. De fiordos y cataratas, de granjas y de ciudades enanas.

Focas, delfines, frailecillos, ballenas. Caballos islandeses que casi parecen ponies, ovejas que recorren carreteras como si los coches fueran una cosa extraña que raramente pasan, todoterrenos descomunales, miles de caminos de grava.

Y glaciares, grandes, pequeños, blancos, eternos. Junto a grandes fumarolas y campos de lava. Aguas termales a 40ºC mientras fuera cae aguanieve.

Ayer me tapaba con un nórdico porque cuando en Islandia hace bueno, hace 12ºC. Mañana iré a Córdoba, qué locura. Hoy casi me muero en el gradiente térmico de Alicante.

Pero no adelentemos acontencimientos, mi primer relato será del día en que fuimos, toda una epopeya, o una saga, o una edda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario