Focas, delfines, frailecillos, ballenas. Caballos islandeses que casi parecen ponies, ovejas que recorren carreteras como si los coches fueran una cosa extraña que raramente pasan, todoterrenos descomunales, miles de caminos de grava.
Y glaciares, grandes, pequeños, blancos, eternos. Junto a grandes fumarolas y campos de lava. Aguas termales a 40ºC mientras fuera cae aguanieve.
Ayer me tapaba con un nórdico porque cuando en Islandia hace bueno, hace 12ºC. Mañana iré a Córdoba, qué locura. Hoy casi me muero en el gradiente térmico de Alicante.
Pero no adelentemos acontencimientos, mi primer relato será del día en que fuimos, toda una epopeya, o una saga, o una edda.
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