miércoles, 1 de julio de 2009

LONDRES

¡Qué gran experiencia!

Os podíais imaginar que al ser la última mortal que todavía no había visitado Londres igual me sorprendía menos. Nada más lejos de la realidad.

Llegué y aluciné con las colas de inmigración. Me dio algo de miedo los carteles que advertían que se tomaban realmente en serio cualquier amenaza a sus oficiales. Todo el mundo se toma en serio eso, así que empecé a pensar que tal vez ellos se referían a que lo más probable es que resultases muerto. Eso le da más respeto a los controladores de los pasaportes.

Pero más allá de eso, ¡qué maravilla de ciudad! Por supuesto que me hice las fotos pertinentes de todo turista, aquí me tienes con las cabinas (hoy en día nadie usa un teléfono público, sospecho que las tienen de adorno).

También es de resaltar los taxis de Londres. They're so cute! Me encantan ese tipo de coches, le dan mucha personalidad a la ciudad, mucha perspectiva histórica.


Fuimos a ver el London Eye, desde el que se aprecia una vista privilegiada de la ciudad. Un poco caro como todo en Londres.

¡Pero qué vistas! Buckinham Palace, Big Ben, todo se puede ver a vista de pájaro.

Y se puede coger por intenet los ticketos, así casi no tuvimos que esperar cola.

Por otra parte, ¡me quedé con las ganas del crucero! Pero hay que reservar con mucho tiempo, y otra vez será. Me quedé con las ganas de tantas cosas... El Museo de la Ciencia, el British Museum (donde está 1medio Partenón y medio Egipto)

La próxima vez será.





Pero lo que sí vimos fue el clásico cambio de Guardia. Estaba hasta los topes de españoles, como no podía ser de otra manera en un puente madrileño. Siempre es bueno encontrarse con paisanos, pero lo que más me gusta de viajar es que no haya nada de rutina en ella, y ver gatos no era lo que más deseaba.

No entré a ver el Buckinham Palace, aunque oí que es un museo a la extravagancia y el mal gusto. Eso sí, no puedo opinar.

Tampoco pudo faltar ni Trafalgar Square, ni Piccadilly Circus (que aprendí a pronunciar a las mil maravillas). Ni el puente de Londres que se va a caer, se va a caer... Ni la catedral de San Pablo.

En fin, que vuelvo muy entusiasmada de mi viaje a Londres, y con ganas de volver.

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